Esta semana comenzó las clases. Para mí, esto es un nuevo inicio, porque acabo de entrar en el bachillerato. La verdad, nunca me gustó el colegio, pero sí me gusta aprender cosas nuevas. La razón por la que no me gusta el colegio es que el mío, especialmente, es de doble escolaridad. No me adapto tan bien a mi entorno, y muchas veces me siento muy cansada hasta de estar todo el día encerrada ahí. Pero cuando pienso en todo lo que voy a aprender, los consejos que me darán y lo que tengo que lograr, pienso que el colego no es tan malo, después de todo.
Como entré en el bachillerato, tengo nuevas materias como química, física, psicología, antropología y más. Me imagino lo díficil que serán las materias nuevas, pero me alegro por tener muchas cosas que aprender, para así organizar mejor mi futuro y poder saber qué hacer.
Hasta ahora, me gustaría ser escritora, o artista de dibujo, o diseñar webs y muchas cosas más. Pero tengo que decidir con calma, aún me falta dos años para terminar las clases.
Así que quiero decir a todos los que aún entran en el colegio, y sienten repugnancia o miedo por lo que les pueda pasar durante esa temporada, que piensen en lo que van a aprender, estudiar y disfrutar, aunque sea fácil decirlo. Esto es, precisamente, mi pensamiento.