Reflexiones acerca del año nuevo

La verdad, desde que tengo memoria, siempre cambiamos de año. El año tiene 365 días, y en años bisiestos, 366. ¿Qué tiene de diferente un año? Siempre veo que hay líos y líos, pobreza, hambre, peleas, violencias... nada nuevo bajo el sol. Pero aún así, la gente siempre espera que el año que viene sea mejor que el anterior. Es algo que se llama ESPERANZA. Muchas personas aún la mantienen, por lo que el mundo sigue moviéndose como siempre.
La otra duda es... ¿Para qué la gente divide el tiempo? Bueno, las respuestas pueden ser que así está establecido, la gente organiza su vida mucho mejor, otros no responden a esa pregunta porque no quieren o porque no saben. El tiempo está fríamente calculado para funcionar y seguir como siempre lo hizo. Es por eso que este mismo segundo es el presente, el segundo anterior fue el pasado y el segundo que se viene será el futuro. Así es en realidad el tiempo.
Si el mundo no estuviera lleno de idiotas, sería mucho mejor. Habría paz, amor, tranquilidad y todo lo lindo que puede haber en la vida. Claro que cuando hablo de idiotas, me refiero a los que prefieren la guerra, la violencia y todo lo malo de la vida. Estamos bastante saturados con eso. Cada vez que me miro al espejo, puedo ver todo lo malo que he aprendido, todo lo malo que soy. Hasta me da pena mirarme algunas veces al espejo, por todo lo malo que he hecho y siempre haré.
Hay que despertar del sueño profundo, para darnos cuenta de que el mundo se está destruyendo poco a poco, por cada año que pasa. Estamos bastante anestesiados por tonterías como programas de TV, sonidos que se escuchan en la radio y se hacen llamar “música”, promesas y más promesas de los políticos, gobernantes y presidentes, que al final no hacen nada, publicidad de nuevos artefactos de la “ultima tecnología”, porque al día siguiente, vendrá otro más moderno aún y un montón de macanadas, que nos cierran los ojos y nos hacen caminar por el camino equivocado.
Es hora de cambiar. Cada día me doy cuenta de que si hacemos un poco de bondad, haremos un gran bien a la humanidad. Cada vez que pienso en eso, me avergüenzo de que aún no hice gran cosa en bien de la humanidad.
Debemos unirnos para parar a los malos, mejorar el mundo y vivir todos felices de una buena vez. Este es mi deseo de todos los días, y más cuando cambiamos de año. Cada año que pasa, tengo estas ideas en la mente, y también tengo mis metas, que cada año las cumplo para crearme otras nuevas. Espero que esto sea suficiente para hacer de este mundo mucho mejor que en los tiempos antiguos. Debemos crear así, un futuro feliz para nuestros descendientes para que no nos reprochen por los errores de nuestro pasado.