Una imagen vale mas que mil palabras...

¿No encontrás lo que querés leer? ¡Busca aquí! ^^

20/12/07

¡¡¡Feliz Navidad a todos!!!

Les deseo a todos los que visitan esta página una feliz Navidad y un próspero año nuevo. Espero que, desde donde estén, puedan analizar un poco su pasado, ver qué errores cometieron y qué aprendieron a lo largo de sus vidas.
Espero también que, para el año que viene, puedan lograr todos sus deseos y metas que se propusieron a lo largo del año y que, por razones del destino, no pudieron lograrlas del todo. El presente está para poder llevar a cabo un plan, para así poder crear un nuevo presente y así tener buenas espectativas del futuro.
Que el gran creador y todos los factores buenos del tiempo les ayude.
Lo desea la creadora de Liwienispy, un sitio que muestra lo que existe... y no existe...


16/12/07

Un video que hice.



Espero que les guste!!!!!!!!!!!!;)

14/12/07

Ya poco a poco se está realizando un sueño...

Cuando uno se propone algo, si tiene una gran voluntad de hacerlo, puede lograrlo. Esto me pasó a mí, que no se en cúanto tiempo tendré mi primer libro de cuentos. Solo me falta cerrar el trato y todo estará hecho.
Proximamente anunciaré en este mismo sitio el lanzamiento del libro, así como también dónde se puede conseguir y demás yerba. Solo hay que ser pacientes y... esperar...
El libro se llamará "Mundos olvidados" y, a continuación, les mostraré los títulos de los cuentos que están en ese libro. Por cierto, algunos de esos cuentos se encuentran en creacionesdesol.blogspot.com, por si quieran leerlo en línea y darme su opinión;)

  • La muerte en el olvido
  • Los robots del señor Skimt
  • Secreto de familia
  • La cárcel del infierno
  • Cuentas a pagar
  • La muerte antes de tiempo
  • El loco cuerdo
  • Sueño de Luna
  • El camino correcto
  • La tristeza del columpio
  • Zafiro
  • Aventura en otra dimensión
  • Utopía realizable
  • Amor de “novela”
  • Hombres peludos
  • Al final de una espera
  • Recuerdos e intrigas
  • Viajes en mi sueño
  • Enemigos del pasado, amigos del futuro
  • Biblioteca misteriosa
  • Campo de batalla de Tuyuti
  • Mundos olvidados
Espero que mi sueño se haga al fin realidad......

11/12/07

Un cuento de Navidad

POR ESTAR EN VÍSPERAS DE NAVIDAD, QUISIERA COMPARTIR CON TODOS LOS QUE VISITAN ESTA PÁGINA ESTE CUENTO DE NAVIDAD, QUE LO ENCONTRÉ MIENTRAS ESTABA EN MIS NAVEGACIONES POR INTERNET. ESPERO QUE LES GUSTE ;)

RECUERDOS DE UNA MAÑANA DE NAVIDAD

No lo creí. Los ángeles tenían cosas más importantes que hacer con su tiempo que observar si yo era un niño bueno o malo. Aun con mi limitada sabiduría de un niño de siete años, había decidido que, en el mejor de los casos, el Ángel sólo podía vigilar a dos o tres muchachos a la vez... y ¿por qué habría de ser yo uno de éstos? Las ventajas, ciertamente, estaban a mi favor. Y, sin embargo, mamá, que sabía todo, me había repetido una y otra vez que el Ángel de la Navidad sabía, veía y evaluaba todas nuestras acciones y que no podíamos compararlo con cualquier cosa que pudiéramos entender nosotros, los ignorantes seres humanos. De todos modos, no estaba muy seguro de creer en el Ángel de la Navidad.

Todos mis amigos del barrio me dijeron que Santa Claus era el que llegaba la víspera de la Navidad y que nunca supieron de un ángel que llevara regalos. Mamá vivió en América durante muchos años y bendecía a su nueva tierra como su hogar permanente, pero siempre fue tan italiana como la polenta y, para ella, siempre sería un ángel. "Quién es este Santa Claus?", solía decir. "Y, ¿qué tiene que ver con la Navidad?".

Además, debo reconocer que nuestro ángel italiano me impresionaba mucho. Santa Claus siempre era más generoso e imaginativo. Les llevaba a mis amigos bicicletas, rompecabezas, bastones de caramelo y guantes de béisbol. Los ángeles italianos siempre llevaban manzanas, naranjas, nueces surtidas, pasas un pequeño pastel y unos pequeños dulces redondos de ‘orosuz’ que llamábamos bottone di prete (botones de sacerdote) porque se parecían a los botones que veíamos en la sotana del padrecito. Además, el Ángel siempre ponía en nuestras medias algunas castañas importadas, tan duras como las piedras. Debo admitir que nunca supe qué hacer con las castañas.

Finalmente se las dábamos a mamá para que las hirviera hasta que se sometieran y luego las pelábamos y las comíamos de postre después de la cena de Navidad. Parecía un regalo poco apropiado para un niño de seis o siete años. A menudo pensé que el Ángel de la Navidad no era muy inteligente.

Cuando cuestioné a mamá acerca de esto, ella solía contestar que no me correspondía a mí, "que todavía era un muchachito imberbe", poner en tela de juicio a un ángel, especialmente al Ángel de la Navidad.

En esta época navideña en particular, mi comportamiento de un siete años era todo menos ejemplar. Mis hermanos y hermanas, todos mayores que yo, por lo visto nunca causaban problemas. En cambio yo siempre estaba en medio de todos los problemas. A la hora de la comida aborrecía todo. Me obligaban a probar un poco di tutto (de todo) y cada comida se convertía en un reto... Felice, como me llamaba la familia, contra el mundo de los adultos. Yo era el que nunca me acordaba de cerrar la puerta del gallinero, el que prefería leer a sacar la basura y el que, sobre todo, reclamaba todo lo que mamá y papá hacían, sentían u ordenaban. En pocas palabras, era un niño malcriado.

Cuando menos un mes antes de la Navidad, mamá me advertía: "Te estás portando muy mal, Felice. Los ángeles de la Navidad no llevan regalo a los niños malcriados. Les llevan un palo de durazno para pegarte en las piernas. De modo que – me amenazaba – más vale que cambies tu comportamiento. Yo no puedo portarme bien por ti. Sólo tu puedes optar por ser un buen niño".

"¿Qué me importa? – contestaba yo - . De todos modos el ángel nunca me trae lo que quiero. "Y durante las siguientes semanas hacía muy poco para ‘mejorar mi comportamiento’.

Como sucede en la mayoría de los hogares, la Nochebuena era mágica. A pesar de que éramos muy pobres, siempre teníamos comida especial para la cena. Después de cenar nos sentábamos alrededor de la vieja estufa de leña que era el centro de nuestras vidas durante los largos meses de invierno y platicábamos y reíamos y escuchábamos cuentos. Pasábamos mucho tiempo planeando la fiesta del día siguiente, para la cual nos habíamos estado preparando toda la semana. Como éramos una familia católica, todos íbamos a confesarnos y después nos dedicábamos a decorar el árbol. La noche terminaba con una pequeña copa del maravilloso zabaglione de mamá. ¡No importaba que tuviera un poco de vino; la Navidad sólo llegaba una vez al año!.

Estoy seguro de que sucede con todos los niños, pero no era casi imposible dormir en la Nochebuena. Mi mente divagaba. No pensaba en las golosinas, sino que me preocupaba seriamente la posibilidad de que el ángel de la Navidad no llegara a mi casa o que se le acabaran los regalos. Me emocionaba mucho la posibilidad de que Santa Claus olvidara que éramos italianos y de cualquier modo nos visitara sin darse cuenta de que el Ángel ya me había visitado. ¡Así recibiría el doble de todo!

¿Por qué sucede que en la mañana de Navidad, por poco que se duerma la noche anterior, nunca resulta difícil despertar y levantarnos? Así ocurrió esa mañana en particular. Fue cuestión de minutos, después de escuchar los primeros movimientos, para que todos nos levantáramos y saliéramos disparados hacia la cocina y el tendedero donde estaban colgadas nuestras medias y debajo de éstas se encontraban nuestros brillantes zapatos recién lustrados.

Todo estaba tal como lo habíamos dejado la noche anterior. Excepto que las medias y los zapatos estaban llenos hasta el tope con los generosos regales del Ángel de la Navidad... es decir, todos excepto los míos. Mis zapatos, muy brillantes, estaban vacíos. Mis medias colgaban sueltas en el tendedero y también estaban vacías, pero de una de ellas salía una larga rama seca de durazno.

Alcancé a ver las miradas de horror en los rostros de mi hermano y mis hermanas. Todos nos detuvimos paralizados. Todos los ojos se dirigieron hacia mamá y papá y luego regresaron a mí.

- Ah, lo sabía – dijo mamá -. Al Ángel de la Navidad no se le va nada. El Ángel sólo nos deja lo que merecemos.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Mis hermanas trataron de abrazarme para consolarme, pero las rechacé con furia.

- Ni quería esos regalos tan tontos – exclamé -. Odio a ese estúpido Ángel. Ya no hay ningún Ángel de la Navidad.

Me dejé caer en los brazos de mamá. Ella era una mujer voluminosa y su regazo me había salvado de la desesperación y de la soledad en muchas ocasiones. Noté que ella también lloraba mientras me consolaba. También papá. Los sollozos de mis hermanas y los lloriqueos de mi hermano llenaron el silencio de la mañana.

Después de un rato, mi madre dijo, como si estuviera hablando con ella misma:

- Felice no es malo. Sólo se porta mal de vez en cuando. El Ángel de la Navidad lo sabe. Felice sería un niño bueno si hubiera querido, pero este año prefirió ser malo. No le quedó alternativa al Ángel. Tal vez el próximo año decida portarse mejor. Pero, por el momento, todos debemos ser felices de nuevo.

De inmediato todos vaciaron el contenido de sus zapatos y medias en mi regazo.

- Ten – me dijeron -, toma esto.

En poco tiempo otra vez la casa estaba llena de alegría, sonrisas y conversación. Recibí más de lo que cabía en mis zapatos y medias.

Mamá y papá habían ido a misa temprano, como de costumbre. Juntaron las castañas y empezaron a hervirlas durante muchas horas en una maravillosa agua llena de especias y había otra olla hirviendo entre las salsa. Los más delicados olores surgieron del horno como mágicas pociones. Todo estaba preparado para nuestra milagrosa cena de Navidad.

Nos alistamos para ir a la iglesia. Como era su costumbre, mamá nos revisó, uno por uno; ajustaba un cuello aquí, jalaba el cabello por allá, una caricia suave para cada uno... Yo fui el último. Mamá fijó sus enormes ojos castaños en los míos.

- Felice – me dijo -, ¿entiendes por qué el Ángel de la Navidad no pudo dejarte regalos?
- Sí – respondí.
- El Ángel nos recuerda que siempre tendremos lo que merecemos. No podemos evadirlo. Algunas veces resulta difícil entenderlo y nos duele y lloramos. Pero nos enseña lo que está bien hecho y lo que está mal y, así, cada año seremos mejores.

No estoy muy seguro de haber entendido en aquellos momentos lo que mamá quiso decirme. Sólo estaba seguro de que yo era amado; que me habían perdonado por cualquier cosa que hubiese hecho y que siempre me darían otra oportunidad.

Jamás he olvidado aquella Navidad tan lejana. Desde entonces, la vida no siempre ha sido justa ni tampoco me ha ofrecido lo que creí merecer, ni se me ha recompensado por portarme bien. A lo largo de los años he llegado a comprender que he sido egoísta, malcriado, imprudente y quizá, en ocasiones, hasta cruel... pero nunca olvidé que cuando hay perdón, cuando las cosas se comparten, cuando se da otra oportunidad y amor sin límite, el Ángel de la Navidad siempre está presente y siempre es Navidad.

6/12/07

Libros poco conocidos pero interesantes

A continuación, y como no tengo nada mejor que hacer, les daré una lista de libros que no son tan conocidos, pero que son muy interesantes y entretenidos^^

LA GUERRA DEL PARAISO
Al otro lado del Portal se halla el Otro Mundo, mágico lugar de belleza sin parangón y espejo fiel del mundo que les ha tocado vivir a Simon y Lewis, jóvenes estudiantes del apasionante folclore celta. Una brecha se ha abierto en el plexo cósmico que mantiene el sagrado equilibrio entre los dos mundos, y sobre ambos parece haber recaído la responsabilidad de aventurarse en un universo mitológico de vívida leyenda e impedir que una catástrofe de consecuencias imprevisibles suma a los dos mundos en una mortífera oscuridad.

CREPUSCULO
Cuando Isabella Swan se muda a Forks, una pequeña localidad del estado de Washington en la que nunca deja de llover, piensa que es lo más aburrido que le podía haber ocurrido en la vida. Pero su vida da un giro excitante y aterrador una vez que se encuentra con el misterioso y seductor Edward Cullen. Hasta ese momento, Edward se las ha arreglado para mantener en secreto su identidad vampírica, pero ahora nadie se encuentra a salvo, y sobre todo Isabella, la persona a quien más quiere Edward...

CAMIONEROS
¡El Exterior! ¿Cómo es? Bien -respondió Masklin, desconcertado-, es muy grande...-¿Sí?-Y, hum, hay mucho... -¿Sí? ¿Sí? Y está... está lleno de cosas, ¿entiendes? Sí, montones de cosas, y todas ellas un misterio para los miles de diminutos gnomos que viven bajo las tablas de los pisos de unos grandes almacenes y que en su mayoría no han visto jamás el mundo exterior. Según dicen todos los gnomos inteligentes, cosas como el Día y la Noche, el Sol y la Lluvia, no existen en realidad; son sólo viejas leyendas sin fundamento.Pero, muy pronto, una noticia desoladora sacudirá la existencia de los gnomos: la Tienda, su mundo, va a ser demolida. Y, así, le corresponde a Masklin, el último gnomo llegado a la Tienda, elaborar un increíble plan de huida que los ha de conducir a todos hacia los peligros del inmenso Exterior.De este modo, empiezan a descubrir quiénes son y cómo llegaron a la Tienda, y adónde ha de conducirles algún día su fantástico viaje.Dirigida a un público juvenil, los adultos disfrutarán sin duda con la fina ironía, los jocosos juegos de palabras y las divertidas situaciones de esta serie de tres volúmenes, que proporciona momentos de verdadera hilaridad.

EL LIBRO DEL DIA DEL JUICIO FINAL
Oxford, año 2054- Una estudiante de Historia llamada Kivrin decide viajar al siglo XIV para estudiar sobre el terreno la vida de la Edad Media. Los viajes a través del tiempo son ya una práctica común, pero un fallo en la red de desplazamientos deja a Kivrin en el período más agudo de la Peste Negra. Sus contemporáneos del siglo XXI, entre tanto, han empezado a caer víctimas de una fiebre desconocida, y las autoridades, ante la sospecha de que la epidemia se haya transmitido por la red, deciden clausurarla aunque ello suponga abandonar a Kivrin a su suerte...

3/12/07

Los trece misterios de la ciencia

La revista 'New Scientist' ha recopilado los 13 misterios que siguen provocando dolores de cabeza a la comunidad científica internacional.
Desde hace milenios el hombre trata de utilizar la tecnología y los avances científicos para dar respuesta a algunas de las incógnitas de este planeta y el espacio que nos rodea.

1. El efecto placebo.
Pongamos un caso ficticio, el del paciente X. Varias veces al día, durante varios días, se le provoca dolor, que se controla con dósis de morfina. Hasta el último día del experimento. Esas 24 horas, sin que el señor X lo sepa, la morfina se sustituye por una solución salina absolutamente inócua. Parece increíble, pero dicha solución tiene el mismo efecto que la morfina y el dolor desaparece.
Es lo que se conoce como el efecto placebo. Antes de la llegada de los fármacos en el siglo XX, era el arma más potente de la Medicina contra la enfermedad. Excremento de cocodrilo, aceite de gusano, sangre de lagarto y hasta ser tocado por el Rey eran medicinas usadas entre el siglo XVI y el XIX. Desde la publicación, en 1955, del libro The Powerful Placebo de H.K. Beecher, se reconoció que el 35% de los pacientes con una amplia variedad de enfermedades podría ser tratada sólo con placebo. En estudios posteriores, se ha visto que puede funcionar en el 70% e, incluso, del 100% de los casos.
Nadie sabe todavía qué mecanismos intervienen en el efecto placebo. Algunos estudios sobre el dolor sugieren que reduce la ansiedad y facilita la liberación de endorfinas (sustancias químicas naturales parecidas a los narcóticos) en el cerebro, aunque son hipótesis todavía no confirmadas.

2. El problema del horizonte.
Nuestro Universo era extraordinariamente homogéneo, y la temperatura de la radiación de fondo es la misma en cualquier dirección que observemos. El hecho de que la temperatura sea homogénea no sería sorprendente de no ser porque entre los dos extremos del Universo hay una distancia de casi 28.000 millones de años luz, mientras que la edad del Universo es 'sólo' de unos 14.000 millones de años. Teniendo en cuenta que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz y la hipótesis de que hubo un instante inicial o big bang, el interrogante es: ¿cómo es posible que regiones físicamente desconectadas desde el "principio" del Universo estuviesen en estados físicos tan parecidos?
Esto es lo que se conoce como el 'problema del horizonte', uno de los mayores quebraderos de cabeza de los cosmólogos, que siguen sin dar con la solución.

3. Rayos cósmicos ultra-energéticos
Los rayos cósmicos son partículas que llegan desde el espacio y bombardean constantemente a la Tierra desde todas direcciones. La mayoría de estas partículas son núcleos de átomos o electrones. Algunas de ellas son más energéticas que cualquier otra partícula observada en la naturaleza. El misterio está en su alta energía. La teoría especial de la relatividad de Einstein dice que cualquier rayo cósmico que llegue a la Tierra desde fuera de nuestra galaxia habrá sufrido tantas colisiones que el máximo posible de energía que puede tener es 5 × 1019 eV.
Los rayos detectados desde hace una década por el observatorio japonés de Akeno están muy por encima de ese límite, con lo cual o los datos -tomados en diferentes ocasiones y siempre parecidos- están mal, o Einstein se equivocó.

4. Los resultados de homeopatía de Belfast
En 1810 el médico alemán Christian Friederich Samuel Hahnemann publicaba el "Organon, el arte de curar", piedra angular de la homeopatía. El principal fundamento de la teoría se define en la ley de los similares (homeo- es el prefijo griego que designa igualdad) por la que una enfermedad se cura con la misma sustancia tóxica que la produce —de ahí que se llame ley de los similares-, pero a dosis infinitesimales. Los homeópatas disuelven esos venenos en etanol —lo que llaman tintura madre- y la diluyen en agua sucesivas veces, no importa cuantas, según ellos el remedio se "imprime" en las moléculas de agua. Tales disoluciones son la parte controvertida de la disciplina, puesto es posible que a esas concentraciones no haya ni una sóla molécula del principio activo en la solución homeopática. Sin embargo su efecto ha sido demostrado en numerosos estudios y se estima que un 15% de los médicos occidentales siguen esta línea.
Madeleine Ennis, farmacóloga de la Queen’s University de Belfast, ha sido siempre el azote de los homeópatas. Asegura que, a esas concentraciones, en los remedios homeopáticos no hay más que agua, por lo que químicamente no tiene sentido que funcionen. Sin embargo en su estudio más reciente Ennis y su equipo se llevaron un "pequeño" chasco: descubrieron que soluciones ultradiluidas de histamina funcionaban en un experimento con basófilos, unas células sanguíneas que actúan en la inflamación. La solución homeopática en la que probablemente no había ni una sola molécula de histamina funcionaba realmente como la histamina. Aunque Ennis se ha visto incapaz de explicar el porqué del efectivo funcionamiento y sigue mostrándose escéptica, ha asegurado que si los resultados son reales y la homeopatía no actúa como un placebo, habría que reescribir parte de los fundamentos de la física y de la química.

5. La materia oscura
No todo lo que existe en el universo es visible. Los astrónomos pueden detectar objetos que emiten o absorber luz o cualquier otro tipo de radiación electromagnética o que interactúan gravitatoriamente con otros objetos que podamos detectar. El término "materia oscura" alude a esta materia cuya existencia no puede ser detectada mediante procesos asociados a la luz, es decir, no emiten ni absorben radiaciones electromagnéticas.
Determinar cuál es la naturaleza de la materia oscura y en qué cantidad existe es el llamado ‘’problema de la materia oscura’’ o ‘’problema de la masa desaparecida’’, y es uno de los problemas más importantes de la cosmología moderna. La cuestión de la existencia de la materia oscura puede parecer irrelevante para nuestra existencia en la tierra, pero, el hecho de que exista o no la materia oscura, afecta el destino final del universo.

6. Metano en Marte
El 20 de julio de 1976 Gilbert Levin, uno de los ingenieros a cargo de las misiones de la NASA al planeta Marte, vio que la Viking que orbitaba el planeta rojo había encontrado emisiones de carbono-14 que contenían metano en el suelo del planeta, por lo que la conclusión debía ser obvia y muy relevante: hay vida en Marte.
Algo está ingiriendo los nutrientes, los está metabolizando, y después los expulsa a la atmósfera en forma de gas mezclado con carbono 14. Sin embargo, la NASA no se atrevió a afirmar con rotundidad el descubrimiento, porque otro instrumento de la Viking, diseñado para identificar moléculas orgánicas consideradas esenciales símbolos de vida no encontró nada, así que casi todos los científicos de la NASA decidieron declarar el hallazgo de la Viking un "falso positivo". Pero , ¿lo era?
A día de hoy, los argumentos a favor y en contra siguen dividiendo a los científicos, aunque es cierto que los rovers que estudian el planeta rojo han encontrado pruebas de los descubrimientos de la Viking.

7. Tetraneutrones
Hace cuatro años, en un acelerador de partículas de Francia detectaron seis partículas que no deberían existir. Las llamaron 'tetraneutrones': cuatro neutrones unidos entre sí de una forma que desafía las leyes de la física.
Francisco Miguel Marquès y sus colegas del acelerador de Ganil, en Caen, llevan desde entonces tratando de conseguir el efecto otra vez, pero hasta ahora no lo han logrado. Si lo repiten, estos 'racimos' de átomos podrían obligar a los científicos a reconsiderar las fuerzas que mantienen unido el núcleo de los átomos.

8. La anomalía de las Pioneer
Esta es la historia paralela de dos naves espaciales. Una, la Pioneer 10, fue lanzada en 1972; la Pioneer 11 un año después. Ahora mismo, ambas deben estar en el espacio profundo, alejadas de la vista de cualquier ingenio humano, aunque sus trayectorias son demasiado fascinantes como para ignorarlas.
Y es que hay algo que ha estado 'empujando' a las dos naves, provocando que aumenten su velocidad. La aceleración es pequeña, menos de un nanometro por segundo, pero es lo suficiente para hacer sacado a la Pioneer 400.000 kilómetros de su trayectoria inicial. La NASa perdió contacto con la Pioneer 11 en 1995, pero todo hace indicar que podría estar 'sufriendo' el mismo proceso que su hermana gemela, y estaría muy fuera de su rumbo en algún lugar del espacio. ¿Y qué causa este desvío? Por el momento, nadie lo sabe.

9. La energía oscura
Este es uno de los mayores problemas de la física. En 1998, un grupo de astrónomos descubrió que el universo se está expandiendo a más velocidad que nunca. Esto siginifica que la velocidad a la que una galaxia distante se aleja de nosotros aumenta con el tiempo. De ser correcta esta teoría, el resultado último de esta tendencia sería la imposibilidad de seguir viendo cualquier otra galaxia. Esta nueva teoría del fin del Universo ha recibido el nombre de Gran Desgarramiento o, en inglés, Big Rip.
Es un efecto para el que todavía se investigan las causas, aunque una de las sugerencias puede ser que esté motivado por la 'energía oscura', una forma hipotética de energía que permea todo el espacio y que produce una presión negativa, resultando en una fuerza gravitacional repulsiva. La energía oscura puede dar cuenta del universo en expansión acelerada, así como de una significativa fracción de su masa.

10 El acantilado de Kuiper
Si alguien viajara a la zona del sistema solar externa a las órbitas de Neptuno y Plutón, se encontraría algo muy extraño. De repente, tras cruzar el cinturón de Kuiper -lleno de objetos pequeños como asteroides helados y cometas- no hay nada. Los astrónomos lo llaman el 'acantilado de Kuiper', porque la densidad de objetos cae espectacularmente.
La pregunta es qué ha causado este brusco cambio, y la única posible respuesta parece ser la existencia de un décimo planeta del Sistema Solar, lo suficientemente grande como para haber atraído a todos esos cuerpos hacia su órbita. De momento, sin embargo, nadie ha conseguido aportar ninguna prueba de la existencia de ese planeta X.

11. La señal 'wow'
La señal tuvo una duración de 37 segundos, y venía del espacio exterior. El 15 de agosto de 1977 el astrónomo Jerry Ehman, de la Universidad de Ohio State (EEUU), recibió una señal del radiotelescopio de Delaware. Al ver la transcripcción de la señal, Ehman escribió al lado la palabra 'wow1'. 28 años después, nadie ha conseguido dar una explicación a qué o quién emitió dicha señal.
La radiación provenía de la dirección de Sagitario, y de un ámbito de frecuencias de unos 1420 megahertzios. Estas frecuencias forman parte del espectro de radio en el que todo tipo de transmisión está prohibida, por un acuerdo internacional. La estella más cercana en esa dirección está a unos 220 años luz, así que si la señal provenía de allí, la tuvo que causar o bien un acontecimiento astronómico de enorme potencia. ¿O quizá fue una civilización alienígena con un transmisor de gran potencia?

12. Constantes no tan constantes
En 1997 el astrónomo John Webb y su equipo de la Universidad de Sidney analizaban la luz que llegaba a la tierra procedente de quasars muy lejanos. En su viaje de 1.200 millones de años luz, la luz había atravesado nubes interestelares de materiales como hierro, níquel o cromo, y los investigadores descubrieron que la los átomos habían absorbido parte de los fotones de la luz procedente de los quasars, pero no los que habían esperado.
Si las observaciones son correctas, la única explicación vagamente razonable es que una constante de la física, llamada la 'fina estructura constante' o 'alpha' cambia de valor cuando pasa a través de estas nubes interestelares. Los científicos siguen investigando.

13. La fusión fría
En 1989 dos investigadores de la Universidad de Utah (Estados Unidos), Martin Fleischmann y Stanley Pons, desencadenaron la fusión nuclear en una probeta. Sostenían que era posible realizar procesos de "fusión fría" usando como catalizador un bloque metálico de paladio. En los siguientes 10 años, fueron miles los científicos que trataron de volver a lograr los mismos resultados, aunque sin éxito. Todavía hoy sigue la polémica, aunque son muchos los que sostienen que los resultados de Fleischmann y Pons fueron fruto de un error experimental.